La piel de los labios es entre tres y cuatro veces más delgada que la piel del resto de la cara y se desprende cuatro veces más rápido. Para empeorar las cosas, tampoco tienen glándulas sebáceas, lo que significa que no hay una capa protectora de sudor para mantenerlas suaves y agradables.
Todo, desde comer y respirar hasta lamer "excesivamente", puede resecar la piel de los labios (esa capa de saliva en realidad elimina los aceites esenciales). Y dado que están expuestos casi todo el tiempo (a menos, por supuesto, que seas un tipo muy afortunado), es importante mantenerlos hidratados y protegidos con un buen producto como ese.
NIVEA MEN Creme cuida e hidrata la piel también de tus labios, evitando la resequedad y humectándolos sin sensación grasosa gracias a su efecto de rápida absorción.
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