Al igual que los entrenadores que rotan sus alineaciones para lograr mejores resultados, algunos jugadores disfrutan de cambiar su estilo con frecuencia, experimentando con diferentes cortes que reflejan su juventud y creatividad.
Eduardo Camavinga es un claro ejemplo, ya que es conocido por sus cortes dinámicos, extrovertidos y en constante evolución, una verdadera forma de expresar su versatilidad en el campo.
Brahim Díaz también se destaca por sus variaciones frecuentes, aportando frescura y personalidad a su imagen. Ambos representan la energía renovadora que caracteriza a la nueva generación de futbolistas.